martes, 5 de febrero de 2013

Un castigo diferente para cada edad

Los expertos señalan cómo castigar y conseguir resultados efectivos en función de la madurez de los hijos

Los usamos con demasiada frecuencia: «sin dibujos una semana por sacar malas notas», «esta tarde no juegas con la wii por poner los pies en el sofá», «como no vengas hora mismo a cenar, mañana no vas al cumpleaños»... Son demasiados intentos a la deseperada por conseguir que nuestros hijos nos hagan caso. Sin embargo, el castigo, si no se utiliza correctamente, pierde su efectividad.

Los expertos en la materia apuntan que si lo empleamos con excesiva frecuencia y recurrimos a él como nuestro principal recurso, el niño se acostumbra a ellos de tal manera que formará una parte habitual de su día a día y perderá efectividad. Además, si no somos tajantes y no hacemos que el castigo se cumpla con firmeza hasta el final, cada vez que lo impongamos éste perderá fuerza y el niño pensará que nuevamente se podrá librar de él, por lo que repetirá sin temor la mala conducta.

Aún así, el castigo debe ser el último recurso para evitar una determinada conducta. Como primer paso es conveniente mostrar al niño lo que debe y lo que no debe hacer. De esta manera sabrá —porque con anterioridad no tiene porqué saberlo— a qué atenerse.

Según Alfonso Ladrón, psicólogo clínico del servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, existen otras alternativas antes de llegar al castigo «reforzando comportamientos mediante recompensas», es decir, recomienda premiar cuando ha hecho una buena conducta —«como hoy no has saltado en el sofá, después del postre tienes un helado»— y ser reiterativo hasta que un día deje de saltar porque ya lo tiene asumido como un hábito positivo.

Susana de Cruylles, psicóloga clínica y coordinadora del Programa para Padres del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (www.laescueladepadres.com) coincide en que existen varias técnicas antes de aplicar un castigo. La primera de ellas es ignorar: no prestar atención al niño cuando hace algo incómodo. No hay que mirarle, ni hablarle, ni tocarle... «Lo difícil de esta técnica radica en que al ignorarle habrá un aumento instantáneo de la mala conducta, por lo que hay que ser capaz de aguantar como si nada ocurriera —asegura Susana de Cruylles—. Pero, hay que ser cautos porque algunas conductas pueden resultar peligrosas para el niño o los que están cerca, sobre todo si está en un lugar público».

Alfonso Ladrón, añade que, aunque parezca contradictorio, «gritar al niño y reñirle es un premio para el pequeño, puesto que con ello logra captar toda nuestra atención que es, en definitiva, su mayor objetivo».

En el caso de no saber por qué está alborotando al niño, ni qué es lo que hace que tenga ese comportamiento, a veces resulta efectivo aislarlo del entorno y llevarle a un sitio donde no tenga nada que le altere o le divierta. Clásico es el ejemplo de la profesora que saca al niño al pasillo. Hay que hacerlo tantos minutos como años tenga: 3 años 3 minutos, 7 años 7 minutos... «Hemos comprobado que esta técnica sirve para dar un respiro a los padres cuando la situación se hace difícil de controlar y al niño también le sirve para pensar en lo que ha hecho. Además, es un buen ejemplo de educación emocional porque se le enseña que cuando la situación es caótica uno puede ir a reflexionar, pensar y calmarse para poder, entonces, buscar la solución».

Reconocimiento del fracaso educativo

«Pero hay que estar muy atentos, porque los niños son muy listos y quizá castigándoles les estemos dando justo lo que quieren. Por ejemplo, si se porta mal en clase y la profesora le echa, quizás estemos haciendo justo lo que él quiere, perderse la clase. En este sentido no hay que bajar la guardia».

No obstante, el psicólogo clínico del servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, advierte a los padres de que «castigar es un claro reconocimiento de nuestro fracaso educativo». Añade que tampoco es recomendable amenazar al niño «si no te comes el filete, no verás dibujos animados» y explica que es mejor «darle mensajes optimistas que le muevan a esforzarse: vamos a ver los dibujos si te comes el filete».


EDAD ESCOLAR 5-12 años

Éste es un momento de aprendizaje social. Empiezan a tener amigos y su dominio del lenguaje es mayor. También se les exige más tanto en comportamiento como en lo académico. El tema de lo escolar suele ser un motivo de discusión y enfados entre padres e hijos.

Premios

Hacer actividades con los padres, deporte, cine, cocinar, ir a comer fuera de casa..., siempre acompañado del halago y en tono motivador.

Estar con los amigos es fuente de diversión y puede utilizarse como potente premio. Sin olvidarnos de televisión, videojuegos, psp, wii, y demás aparatos electrónicos. Hacer deporte puede ser un potente reforzador para aquellos niños a los que les guste practicarlos.

Es conveniente avisarles de cuando van a recibir el premio, de qué tienen que hacer para conseguirlo, para que tengan sensación de control de lo que hacen y de sí mismos… no todo está en mano de los adultos…

Para disminuir conductas molestas, ignorar siempre es buena fórmula.

Castigo

A estas edades entienden mejor el castigo, así que es bueno que el niño sepa porqué se le ha castigado y cuándo se le castigará en relación a su comportamiento. Así tendrá más control sobre su conducta.

Se le puede castigar sin ir con los amigos, sin ver tv o jugar a videojuegos, sin hacer alguna actividad… A veces con dejarle menos tiempo del habitual sin ver la tv o jugar con amigos ya es un castigo, no hace falta que sea toda la tarde o toda la semana.

ADOLESCENTES 13- en adelante

En esta etapa son mucho más independientes y autónomos. Los premios y castigos son efectivos, pero el diálogo y la negociación se hacen mucho más importantes y necesarios. Ya no sirve el castigo o el premio «porque sí», tienen argumentos, discuten, rebaten como auténticos políticos de su propia causa. Así es fundamental la negociación: habrá temas negociables y temas no negociables.

Es importante entender cómo se sienten y los cambios físicos y sociales por los que pasan. Hay que empatizar con ellos y no tener miedo a trasmitirles sus valores acerca de las drogas, la sexualidad, etc.

Lo que funciona mejor como premio o castigo es todo lo que pueda ponerles en contacto con los amigos: móvil, ordenador (Tuenti, Facebook, Twitter…). Regulen el uso del tiempo que pasan en estas redes y con la electrónica.

Por encima de todo hay de usar el sentido común, pasar tiempo con ellos para conocerles mejor.

        http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130205/abci-premios-castigos-201301291605.html

DESARROLLO SOSTENIBLE - Huella ecológica mundial

DESARROLLO SOSTENIBLE es aquel capaz de satisfacer las necesidades actuales de la población sin comprometer los recursos y posibilidades de las generaciones futuras. Siguiendo esta reciente definición, ¿se cumple lo que dice si analizamos la siguiente imagen? ¿Cuál es la huella ecológica mundial que nuestro sistema de producción y consumo masivo está dejando en nuestro planeta?

(pincha en la imagen para ampliar)


domingo, 3 de febrero de 2013

La generación perdida

No. No llevan maletas de cartón, ni hay aglomeraciones en el andén de la despedida. No se marchan en grupo, sino uno a uno. Aparentemente nada les obliga. Ha sido una cadena invisible de acontecimientos. Estuvieron allí hace unos años, o tienen una amiga que les ha informado de que puede encontrar algún trabajo con facilidad. No pagarán mucho, eso es seguro, pero podrán ganarse la vida con cierta facilidad... A fin de cuentas aquí no hay nada.

Y se marchan poco a poco, sin alboroto alguno. Un goteo incesante de savia nueva que sale sin ruido de nuestro país, desmintiendo la vieja quimera de que la historia es un caudal continuo de mejoras.

No hay estadísticas oficiales sobre ellos. Nadie sabe cuántos son ni adonde se dirigen. No se agrupan bajo el nombre oficial de emigrantes. Son, más bien, una microhistoria que se cuenta entre amigos y familiares. "Mi hija está en Berlín", "se ha marchado a Montpellier", "se fue a Dubai" son frases que escuchamos sin reparar en el significado exacto que comportan. Escapan a las estadísticas de la emigración porque suelen tener un nivel alto de estudios y no se corresponden con el perfil típico de lo que pensamos que es un emigrante. Quizá en las cuentas oficiales figuren como residentes en el extranjero, pero deberían aparecer como nuevos exiliados producto de la ceguera de nuestro país.

En los tiempos de crisis que detallan cada euro gastado nadie computa los centenares de miles de euros empleados en su formación y regalados a empresarios de más allá de nuestras fronteras con una torpeza sin límites, con una ignorancia sin parangón. Menos aún se cuantifican el esfuerzo de sus familias, las ilusiones perdidas y sus sueños rotos en mil pedazos.

No llevan maletas de cartón, pero componen un nuevo éxodo que dispersa a nuestros jóvenes por toda Europa y gran parte del mundo, que nos priva de su saber, de su aportación y de su compañía. Pero, aparentemente, nadie se escandaliza por esta fuga de cerebros, lenta pero inexorable, que nos privará de muchos de nuestros mejores talentos. Nadie protesta por esta nueva oleada de exiliados que son una acusación silenciosa del fracaso y de engaño. Se van en silencio por el túnel de embarque en el que les alcanzará la melancolía por la pérdida temprana de su tierra.

No son, como dicen, una generación perdida para ellos mismos. No son los socorridos ni-nis que sirven para culpar a la juventud de su falta de empleo. Son una generación perdida para nuestro país y para nuestro futuro. Un tremendo error que pagaremos muy caro en forma de atraso, de empobrecimiento intelectual y técnico. Aunque todavía no lo sepamos.

http://elpais.com/diario/2010/10/02/andalucia/1285971726_850215.html

El mundo en 1772

Mapa que muestra las principales potencias mundiales en 1772 y sus conquistas en ultramar. ¿Adivinas a qué territorios pertenecen? ¿Cómo estaba distribuido el mapa internacional?


jueves, 31 de enero de 2013

REGIMIENTO "ASTURIAS"

Brillante reconocimiento a España, a su Historia y a sus hazañas, por parte del Regimiento "Asturias". Y, sobre todo, a nuestros antepasados, a quienes debemos honrar por su esfuerzo de sacar el país siempre adelante.



 General de División D. Eduardo Esteban Ureta. 
Interventor General de Defensa.